¿Qué es el FOMO y cómo puede afectar a los autónomos?

Si ya has oído hablar de este término y te preguntabas qué es el FOMO y cómo puede afectar a los autónomos has llegado al lugar adecuado, ya que a lo largo del artículo iré desgranando el término, también te enseñaré a reconocerlo y te daré algunos consejos para aprender a gestionarlo.

La palabra FOMO viene del inglés «Fear of Missing Out» y viene a significar miedo a perderse algo o a quedarse atrás. En el mundo de las redes sociales esta afección es cada vez más frecuente y entre otras cosas está afectando mucho en el sueño de los adolescentes. En este año y medio trabajando por mi cuenta he podido ver que los autónomos nos podemos ver en una gran medida afectados de FOMO, sobre todo si el móvil forma parte de nuestro entorno de trabajo y si seguimos a más personas de nuestro sector en las redes sociales o portales dedicados a nuestra actividad.

Qué es el FOMO y cómo afecta a los autónomos

Señales de que padeces FOMO

Existen una serie de señales que nos pueden hacer conscientes de que sufrimos FOMO y llegar a verlo a tiempo nos puede ayudar a aprender a gestionarlo. Aunque estas señales son muy generales en cada una de ellas indicaré como pueden aparecer de forma más señalada en los autónomos.

  1. Pasar mucho tiempo pensando en las redes sociales: en el caso de los autónomos puedes pasar mucho tiempo viendo contenido sobre tu actividad o interactuando con clientes potenciales.
  2. Sentir una necesidad de utilizar la red social en todo momento: en mi caso como lingüista lo tengo claro, soy traductora y no influencer, por eso no tengo calendario para subir entradas a las redes sociales y simplemente lo subo cuando me apetece. Si tienes una tienda, esto podría ser subir fotos de tus productos de una forma desproporcionada.
  3. Utilizar la red social para olvidarse de los problemas personales o laborales: si cada vez que te va mal en algún proyecto acudes a refugiarte a las redes sociales, por ejemplo.
  4. Fracaso en el intento de reducir el uso de la red social: una vez te has dado cuenta has intentado reducir tu tiempo en las redes sociales, pero no has tenido éxito.
  5. Sentir inquietud y ansiedad para usar la red social, sobre todo cuando está prohibido: esto es más complicado si hablamos de redes sociales profesionales, pero quizás esté relacionado con las horas de publicación para captar más audiencia, sientes ansiedad en el resto de franjas horarias.
  6. Impactos negativos en la vida laboral, estudiantil o personal por utilizar las redes sociales: como tu negocio no son las redes sociales, consigues el efecto contrario. En lugar de verte ayudado por ellas, el tiempo que pasas en línea afecta a la calidad de tu verdadera actividad.

Cómo abordar el problema

Está claro que este es un problema en alza y que cada vez va a resultar más frecuente tanto en personas particulares como en profesionales que usan internet para desarrollar su actividad. Por mi parte, te propongo una serie de consejos que a mí me han ayudado a gestionar mis redes sociales profesionales.

  • Ser consciente de que esa no es tu actividad, sino un complemento de ella.
  • Separar las redes sociales personales y profesionales.
  • Borrar las aplicaciones de redes sociales durante las vacaciones (o tu perfil profesional de estas).
  • Dejar de recibir notificaciones a ciertas horas del día.
  • Evitar mitificar a compañeros con éxito en las redes sociales o muchos seguidores.

Espero que ahora seas un poco más consciente de lo que es el FOMO y en el caso de que lo sufras, estas estrategias te puedan ayudar a afrontarlo. Puedes leer más sobre FOMO aquí. Y si quieres leer más sobre psicología para autónomos, no te pierdas mi entrada sobre el síndrome del impostor.

Entrevista con el Club de los traductores

Hoy quería dejar la entrevista que hace unas semanas me realizaron Ruth y Fernando, del Club de los traductores. En esta entrevista hago un resumen de mi primer año trabajando como traductora autónoma. En ella repaso los diferentes pasos que fui llevando a cabo para mejorar mi perfil personal.

Algo muy importante en esta etapa ha sido sentirme acompañada, en este caso por el club, pero también con Asetrad, la mastermind quincenal a la que asisto y los compis de las redes sociales.

Puede que trabajemos desde casa, pero eso no significa que estemos solos. La colaboración entre compañeros debería ser casi tan fundamental como la formación continua (y muchas veces van de la mano).

5 cosas que he aprendido sobre las pruebas de traducción

Estos últimos meses he hecho muchas pruebas de traducción y estoy muy contenta por ello. Eso significa que mi CV llama la atención y que las empresas quieren saber más de mí. Sin embargo, este no era un tema del que yo supiera demasiado y me ha hecho pasar mucho estrés y algunos malos ratos. Estas son las 5 cosas que he aprendido sobre las pruebas de traducción. 

  1. No debes tomártelas como un examen. Simplemente sirven para saber si al cliente le gusta tu forma de traducir o redactar, no te lo tomes como algo personal.
  2. Cuidado con su extensión. No deberían de superar las 300-400 palabras si son gratuitas, si son más largas puede que te estén colando un trabajo real (y no te lo paguen como tal).
  3. Pasarlas no significa que vayas a tener trabajo de inmediato. Yo soy la primera que ha caído en esto, no esperes que la empresa te vaya a contactar en unos días porque no va a ser lo habitual.
  4. Están llenas de trampas: por ello debes dedicar bastante tiempo a leerlas como es debido y detectarlas. 
  5. No tomes una prueba que no sea de tu especialidad. Aunque estés empezando, seguro que tienes algún campo de interés o que se te dé mejor. Mi consejo es que no pierdas el tiempo haciendo pruebas de temas que sobre los que no te interesa traducir.

Si tienes en cuenta estos consejos lograrás ver las pruebas de traducción como un proceso más por el que pasar. Ten en cuenta que no son para nada obligatorias, pero que pueden abrirte algunas puertas cuando estás empezando. Por eso te animo a que las ofrezcas cuando envíes tu CV a empresas si, como yo, no cuentas con mucha experiencia profesional. Si no sabes cómo encontrar agencias a las que contactar puedes leer mi entrada sobre Proz.

Mi experiencia real con Proz

Mi experiencia real con Proz

Hoy vamos a hablar de un portal de traducción muy conocido y también polémico: Proz.com. Prácticamente cualquiera que se dedique a la traducción conoce este portal, pero normalmente son los traductores que están empezando los que más dudas tienen sobre él. En esta entrada me voy a mojar sobre el tema y os voy a contar mi experiencia real con Proz y dar mi opinión sincera sobre esta página web y si, en mi caso, ha merecido la pena pagar su subscripción.

¿Versión gratuita o versión premium?

Esta es la primera pregunta que se nos viene a la cabeza. En mi caso, decidí optar por la versión de pago tras haber conseguido un par de clientes a través de la versión gratuita.

Es una decisión muy personal, pero no me atrevería a recomendar la versión pagada a una persona que no haya experimentando la versión gratuita durante un tiempo. En la versión de pago se puede acceder a las ofertas de trabajo publicadas en el portal antes de que pasen las 12 horas que se piden para postularse (sobre esto iremos más adelante) y también se puede acceder a la famosa BlueBoard del sitio, donde aparecen opiniones sobre empresas de traducción. Hay quienes dicen que solo por esto ya merece la pena pagar. En mi opinión, a veces basta con ver la puntuación de la agencia (algo que ofrece la versión gratuita) para hacernos a la idea sobre como puede o no trabajar o, en cualquier caso, puedes consultar a compañeros sobre esto.

Según mi experiencia real con Proz, os diré que en menos de un mes ya había recuperado la inversión inicial con creces, pero que cuando lo pagué ya conocía bastante el funcionamiento del portal y había disfrutado de parte de sus ventajas.

Proz no va a trabajar por ti

Puede que esta afirmación te decepcione, pero Proz no va a darte trabajo simplemente por pertenecer al portal, o al menos no al principio. Yo me di de alta en el portal en 2012 cuando acabé la carrera pero hasta que no pasé horas mejorando mi perfil el año pasado, no empecé a verle el sentido. Creo que este es el problema del portal, muchas personas piensan que solo por estar ahí ya te van a llover los trabajos. Una vez que ves como funciona poco a poco te vas a ir posicionando en el sitio y en ese caso sí que habrá empresas que te contacten (en mi caso esto fue unos 9 meses después de empezar a usarlo correctamente).

A veces ser rápido es más conveniente que tirar los precios

Para mí esta ha sido la clave. Por si no estás muy informado sobre el sitio, publican trabajos en forma de subasta, aunque muchas veces en el trabajo piden que se contacté a la empresa directamente por correo electrónico en lugar de «pujar» para conseguir el trabajo.

Muchos traductores piensan que las agencias que publican ofertas siempre van a elegir al traductor más barato, pero en mi experiencia no tiene porqué. Es muy importante ser rápido y venderte como una persona que puede salvarles de un marrón (necesitan una solución rápida). Para ello, puedes sincronizar tu perfil con el correo electrónico y si ves que una oferta te merece la pena ir a por ella. Aquí lo malo sería la falta de comunicación por parte de las empresas con las que nos comunicamos, normalmente porque otra persona ha sido más rápida que tú.

El directorio de agencias, una herramienta gratuita

Una de las mejores cosas de Proz es el directorio de agencias. A veces Google no es suficiente a la hora de buscar agencias a las que dejar nuestro CV y en este caso este directorio nos puede ayudar mucho. Puedes buscar por lengua de trabajo, país y especialidad. De esta manera, yo he ido consiguiendo un par de clientes, aunque he contactado muchos más. Lo más importante para mí era que consultar el directorio me liberaba del bloqueo inicial de no saber por donde empezar a contactar agencias.

Para resumir un poco, diré que a mí Proz me ha resultado tremendamente útil sin ser la panacea. Creo que es recomendable tener la versión gratuita si estás empezando en este mundillo, pero que hay que pensarlo mucho y darle mucha caña a la web antes de pagar por el perfil premium. Si quieres saber qué otras cosas me ayudaron en mis primeros meses como traductora visita esta entrada de mi blog.

Mujeres traductoras referentes de la lengua española

Hoy no podía pasar por alto que era 8M, especialmente dedicándome a este sector en el que las mujeres somos una clara mayoría. No se en la vuestra, pero en mi clase de la universidad éramos casi todas chicas, pero por ser esta una profesión con poca visibilidad muchas personas no saben que es una de los empleos con más mujeres y además, que tiene bastantes posibilidades a la hora de conciliar en el caso de que decidamos tener hijos. A lo largo de la historia ha habido muchas mujeres traductoras, en parte porque la educación no formal que recibían las chicas de clase alta que no podían ir a la universidad se centraba mucho en el aprendizaje de idiomas. Vamos a hacer un recorrido por algunas de las mujeres traductoras referentes de la lengua española, desde el siglo XVII hasta llegar a nuestros días.

Isabel Correa (1655 – c. 1700)

Fue una poeta y traductora neerlandesa-portuguesa, que escribió en lengua castellana, dentro de la comunidad de marranos hispano-portugueses  que se formó en la capital holandesa en el siglo XVII. En 1694 publicó la traducción de Il pastore Fido, poema pastoril de Juan Bautista Guarini (1590), con añadidos personales y formales de estilo culterano. 

Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814–1871)

Retrato de Gertrudis Gómez de Avellaneda (detalle), 1857. Oleo sobre lienzo. Museo de la Fundación Lázaro Galdiano.

Escritora y traductora en lengua castellana. Nacida en Cuba, a los veintidós años se afincó en España, aunque siempre sintió añoranza de su tierra natal, a la que sólo pudo volver temporalmente. Aunque adaptó varios poemas latinos (sobre todo salmos), ingleses (de Byron) y portugueses (de Augusto José Gonçalves Lima), su principal fuente de inspiración fue la poesía francesa: leyó, tradujo e imitó a Évariste Parny, Alphonse de Lamartine y Victor Hugo. 

Emilia Pardo Bazán (1851-1921)

Natural de Galicia, la famosa novelista, periodista, ensayista, crítica literaria, poeta, dramaturga, traductora, editora, catedrática, conferenciante e introductora del naturalismo en España, fue pionera en sus ideas acerca de los derechos de la mujer y el feminismo. Quizás su faceta como traductora no es tan conocida pero ya en su juventud tradujo del gallego dos poemas del primer libro de Eduardo Pondal, Rumores de los pinos, que publicó en El Heraldo Gallego en 1878, más tarde se interesó por el catalán y también tradujo obras desde esta lengua y gracias a su formación humanística, pudo traducir del alemán a Heine y del francés a E. Goncourt. 

María José Aguirre de Cárcer

Ya en el siglo XX nos encontramos con María José, la traductora audiovisual de muchas series y películas famosas que gracias a ella hemos podido disfrutar en España. Entre sus trabajos se encuentran Los Simpson, Seinfeld, Borgen, Expediente X, Baby Driver o Twin Peaks (2017). Tres décadas en la profesión acumulan anécdotas y experiencia sobre la industria desde una perspectiva única. Aunque se jubiló recientemente sigue trabajando, por ejemplo, en la traducción de los Simpson. La podéis seguir en twitter como @mjoseadc.

Pilar Ramirez Tello

Aún por completo en activo tenemos a Pilar, nacida en Granada es una traductora literaria, técnica y jurada de inglés que ha traducido sagas literarias muy conocidas como Los Juegos del hambre o Divergente. Ha traducido para editoriales como RBA, Salamandra o Peguin Random House y además de trabajar como traductora autónoma también ha sido profesora adjunta de español en el Departamento de Lenguas Romances en la Universidad de Binghamton. La podéis encontrar en twitter como @pramireztello.

El aniversario de @gemalanguages

Marzo es un mes muy importante para mí. Hace un año, no recuerdo bien que día, decidí emprender mi negocio como proveedora lingüística, me di cuenta de que necesitaba un trabajo que me permitiera tener flexibilidad horaria (e incluso me permitiera librar entre semana y trabajar los fines de semana) y con el que me sintiera a gusto. Tengo que reconocer que me planteé estudiar algo nuevo, pero caí en la cuenta que yo ya tenía una profesión liberal a la que volver y en la que desarrollarme. Un año después se me antoja buena idea hacer balance y contar cuáles fueron mis primeros pasos como traductora autónoma.

Ante todo formación

En ese momento trabaja en un colegio concertado de Madrid a tiempo completo (incluso teníamos colegio por la tarde), cuando llegaba a casa sacaba fuerzas para informarme sobre los pasos a seguir para convertirme en lo que siempre había querido ser: traductora autónoma. También pasé las vacaciones de Semana Santa y los fines de semana (viajes en el AVE Madrid <-> Alicante incluidos) formándome, viendo vídeos y escuchando podscasts sobre el tema. En Mayo comencé el curso de Traducción jurídica profesional con Ruth y Fernando y conocí el club de traductores, también en ese mes me asocié a Asetrad y solicité entrar el programa de mentorías. 

El salto a la profesionalidad

A finales de julio llegó mi primer encargo, en septiembre me formé en SDL Trados (gracias a una amiga pude obtener la licencia) y en octubre decidí hacerme autónoma oficialmente, también decidí crear mi cuenta de Instagram @gemalanguages y empezar a elaborar mi “branding”. Otro (gran) paso lo di en diciembre al pagar la membresía del sitio para traductores Proz, gracias a la cual he podido acceder a más agencias y proyectos más grandes. Mi último hito fue crear esta página web, de forma casera pero con mucho mimo.

Intentando establecerme en el mercado

Poco a poco voy fidelizando clientes y es muy gratificante para mí ver como repito clientes en mis facturas mensuales, aunque todavía dé muchas clases particulares y haya semanas en las que no sepa como llego a todo. Estoy muy contenta de todo lo que he conseguido. El camino no es sencillo, como en todos los negocios se necesita cierta inversión. No obstante, seguiré luchando para alcanzar mis metas y poder tener una profesión compatible con mi familia y el estilo de vida que quiero seguir. 

El síndrome del impostor

Seguro que has oído hablar del síndrome del impostor o más bien deberíamos decir de la impostora, ya que es mucho más frecuente en mujeres. Este síndrome es muy habitual en los profesionales que nos dedicamos a una labor creativa o intelectual, por eso es tan común entre las traductoras, pero realmente puede afectar a cualquiera. Una vez leí que el síndrome del impostor en realidad ocultaba a una persona autocrítica con su trabajo y no a un profesional mediocre. Me gusto tanto esa frase que la deje anclada en mi cuenta de twitter.

Qué es el síndrome del impostor

¿Qué es el síndrome del impostor?

Se trata de un trastorno psicológico en el que las personas exitosas son incapaces de asimilar sus logros. La suelen sufrir quienes tienen muchos logros y triunfos; así que esta no tiene que ver de forma necesaria con la baja autoestima o falta de confianza. Para mí es muy importante remarcar que son profesionales de éxito quienes normalmente lo sufren, ya que no se ven a sí mismos merecedores de su triunfo. Por lo tanto, si alguna vez lo has sufrido es señal de que, en realidad, algo va bien.

¿Sabías que es mucho más frecuente en mujeres?

El término fue acuñado en 1978 por la psicóloga y escritora Pauline Clance y afecta principalmente a mujeres. Esto puede deberse a diferentes motivos como la falta de referentes femeninos, o la falta de expectativas que la sociedad ha tenido a lo largo de su historia sobre la mujer. Me atrevería a decir que algunas veces el éxito entre las mujeres se ha visto como algo negativo, no estaba bien ser agresiva en tu trabajo o tener demasiada ambición. Aunque esto va cambiando, aún faltan muchos referentes entre las mujeres.

Algunos de sus síntomas

– Creencia de no merecer los propios logros y atribuir el éxito a la suerte

– Incredulidad en las propias capacidades

– Temor constante a ser descubierto como un fraude

– Expectativas de fracaso ante situaciones habituales de éxito

– Desmotivación

– Ansiedad, tristeza y depresión

– Insatisfacción permanente

¿Cuáles son las diferencias entre la traducción, la localización y la transcreación?

¿Cuáles son las diferencias entre la traducción, la localización y la transcreación?

Quizás hayáis oído hablar de estos términos para hablar de traducción o quizás (si no estáis dentro de este mundillo) sean totalmente nuevos para vosotros. Es muy importante tener claras cuáles son las diferencias entre la traducción, la localización y la transcreación, tanto si eres traductor como si necesitas contratar servicios de traducción.

Traducción

Cuando hablamos de traducción nos referimos a proceso de pasar un texto de una lengua a otra, la traducción en teoría debería ser fiel al texto original. Cuando traducimos un texto lo debemos traducir cumpliendo las normas ortotipográficas de la lengua meta, pero no necesariamente tenemos que adaptar el contenido a un público concreto. En el caso del español, el resultado sería un texto que podría funcionar tanto en España como en Latinoamérica. Cuando ofrecemos nuestros servicios a empresas, especialmente en el sector de la publicidad, nos encontramos que esto se queda corto si queremos vender nuestro producto a una audiencia concreta y ahí es donde entran los conceptos de localización y transcreación.

Localización

Al localizar un texto vamos a hacer que este texto sea válido para una región concreta de la lengua en cuestión, por ejemplo un país de Latinoamérica, pongamos Argentina. Este texto contendrá, por tanto, palabras específicas que se utilicen en ese mercado. Se suelen localizar los videojuegos, los textos creativos y, cada vez más, la publicidad. Tener un texto correctamente localizado a un mercado va a hacer que tu SEO, es decir tu visualización, mejore. Para localizar, podemos tener diferentes traductores para cada mercado o incluso contar con localizadores, que partiendo de un texto puedan adaptarlo a su mercado de trabajo. Como anécdota diré que llevo un par de meses trabajando con una agencia de Latinoamérica localizando textos de español latino a castellano.

Transcreación

La transcreación va un paso más allá, puesto no solo adapta los textos al mercado meta, sino que puede llegar a cambiarlos en caso de que esto sea necesario. También es muy común en la traducción publicitaria y suele utilizarse en la traducción de campañas y eslóganes de marcas. Para ser un buen transcreador necesitas no solo conocer muy bien las dos lenguas y sus culturas, sino también ser una persona muy creativa. Es por eso que los costes suelen medirse de forma muy diferente, la traducción y la localización por palabras y la transcreación por horas o campañas.

¿Qué contratar?

En mi opinión, si quieres vender por internet y necesitas traducir un producto, mínimo deberás localizarlo. El SEO cuenta con muchísima importancia y dar con las claves para acceder a un mercado concreto es fundamental. Si además cuentas con un contenido creativo potente, podrías plantearte contratar servicios de transcreación.

Ten en cuenta que tanto la localización como la transcreación son dos tipos de traducción muy usadas en la traducción publicitaria, por lo que si contratas a un especialista en el tema deberá ser capaz de orientarte y hacerte ver qué es lo que más te conviene. Si quieres saber más de este tema te dejo una entrada muy interesante de blog de a empresa Motionpoint.

¿Dónde formarse como traductor?

Hoy en día, la oferta cursos online donde formarse como traductor es enorme. Desde másteres oficiales hasta cursos de traducción muy específicos que nos pueden ayudar si tenemos claro nuestra futura especialización. Os voy a presentar algunas opciones de plataformas de cursos online que conozco de primera mano y en las que yo me estoy formando como traductora.

Dónde formarse como traductor

Traducción jurídica

Es para ti si tienes claro que te quieres enfocar hacia la traducción jurídico-económica.

Lo mejor es su club de traductores, que ofrece mentorías y seminarios con muchísimo contenido de calidad. Con ellos yo hice el curso de traducción jurídica profesional y el contenido de su club me gustó tanto que sigo perteneciendo a él.

Traduversia

Es para ti si te quieres especializar en traducción audiovisual y localización deberías echarles un vistazo.

Lo mejor: tiene dos cursos gratuitos para que vayas conociendo su forma de trabajar y después te lances a sus cursos de pago. Con Traduversia he realizado sus dos cursos gratuitos y el curso de pago de formación en SDL Trados y recientemente me he matriculado en el curso de Traducción de Marketing y Transcreación.

Juan Macarlupu

Es para ti si quieres conocer algún aspecto de la traducción que desconoces, tiene webinarios sobre casi cualquier tema que pueda interesar a un traductor.

Lo mejor: muchos de sus webinarios son gratuitos en su versión para principiante y los de pago resultan bastante económicos. Con Macarlupu he hecho bastantes cursos gratuitos y su curso de pago sobre Posedición.

TranslaStars:

Es para ti si estás empezando y te apetece ver webinarios sobre diferentes temas relacionados con la traducción, ya que abarca desde fiscalidad para traductores hasta programas de especialización.

Lo mejor: ofrece diferentes planes de suscripción con distintos precios y suelen tener bastantes ofertas en momentos especiales como septiembre, navidad o el Black Friday. En mi caso con TranslaStars he hecho sus cursos gratuitos y dos webinarios de pago sobre transcreación.

Asociaciones profesionales: Es para ti si perteneces a alguna asociación como Atrae, Asetrad o la Xarxa de traductores y no tienes mucho tiempo para realizar cursos. Estas asociaciones suelen ofrecer webinarios muy variados.

Lo mejor: sus cursos suelen tener precios muy asequibles o ser gratuitos para sus socios y en algunos casos (como Asetrad) incluyen un curso gratuito al año. Yo pertenezco a Asetrad y a la Xarxa de traductores de la Comunidad Valenciana e intento estar al día de sus cursos.

¿Qué es la posedición exactamente y cómo afecta a las traducciones?

Qué es la posedición

Muchos traductores y clientes tienen dudas sobre qué es exactamente la posedición y como afecta a las traducciones. Según «Postediting in Practice. A TAUS Report,March 2010 p.6.» «es el proceso de mejorar una traducción generada por una máquina con una mínima mano de obra». Esto quiere decir que se trata de la intervención humana en una traducción hecha directamente con una máquina.


¿Por qué ese nombre?

Este término va muy ligado a otro «pretraducción» que es el resultado que nos ofrece la máquina, es decir, la TA (traducción automática) y se diferencia de la edición o proofreading que esta última mejora un texto que ha sido realizado por otro traductor humano. Además es bastante habitual no entregar el texto original en la edición y sí tenerlo en la posedición.
¿De qué depende la calidad de la TA? Va a depender de dos factores: la calidad del motor que traduce y el tipo de texto. Va a ser muy difícil que un texto creativo tenga calidad suficiente para ser aceptado por muy bueno que sea el motor de traducción. Hay dos tipos de motores: los estadísticos (basados en repeticiones) y los neuronales (basados en normas). Google translator y Deepl son neuronales.


¿Puedo utilizar la TA sin avisar previamente a mi cliente?

Depende, la TA deja huella en la memoria de traducción en el caso de que uses herramientas CAT tools como Trados o MemoQ, algo que una agencia de traducción enseguida va a descubrir y te puede sancionar por ello, recuerda que si la agencia quisiera posedición lo hubiera ofrecido como tal, ya que a ellos les sale más rentable. Un cliente directo no tiene porque saber que procesos usas hasta llegar a la traducción final siempre que el proyecto tenga una calidad suficiente. No obstante, debes tener en cuenta los acuerdos de confidencialidad y se recomienda no utilizar ningún dato sensible del cliente al pretraducir los textos.


¿Es obligatorio ofrecer este servicio?

No es obligatorio, pero en mi experiencia es bastante probable que te surja hacerlo al trabajar con agencias. Esto lo va a ir marcando el mercado, para las agencias es bastante cómodo dar el proyecto pretraducido y así pagar menos a sus lingüistas. Para clientes directos serás tú quien decida aplicarla o no.


¿A qué precio?

En mi caso, las agencias me ofrecen directamente un precio y soy yo quien decido aceptar o no, pero normalmente es entorno al 60% del habitual, un poco más de la mitad de tu tarifa por palabra. La edición o corrección se suele ofrecer a precio por hora, ya que no sabemos que calidad puede tener un texto hecho por otra persona, pero la posedición se debería ver como un proceso más parecido a la traducción por la forma en que se realiza (desde el texto original) y por ello tiene sentido hacerlo por palabras.